domingo, 24 de octubre de 2010

EL MISTERIO DE LA TUMBA DE CRISTO


Los análisis científicos realizados en osarios de piedra caliza y las evidencias físicas halladas en una tumba de 2.000 años de antigüedad localizada en Talpiot, Jerusalén, aportan reveladores y fundamentados datos sobre la posibilidad de que dicha tumba podría haber albergado los restos de Jesús de Nazaret y su familia. Fue descubierta el 28 de marzo de 1980 en un barrio de Jerusalén. Sin embargo no se habló mucho de ello y la Autoridad Israelí de Antigüedades (AIA) realizó un breve mención de ella en un documento tan poco atractivo para la lectura como su título: "Catálogo de osarios judíos en las colecciones del Estado de Israel". A pesar de ello, alguien lo leyó. Y un equipo de la BBC de Londres hizo un documental en 1996, al que le siguió otro en 2007 de Discovery Channel, "La tumba perdida de Jesús". Uno de los autores de este último (junto al afamado cineasta James Cameron), el periodista de investigación Simcha Jacobovici, publicó un libro con el mismo título, que encontró competencia por parte de otro, La tumba de la familia de Jesús, de Charles Pellegrino. La controversia fue tal que en 2008 se realizó una conferencia de académicos sólo para tratar el tema, y en ella por fin se aceptó que si existía la posibilidad de que Jesús hubiera sido enterrado en una segunda tumba. Esto tiene implicaciones relevantes: su cadáver no desapareció del llamado Santo Sepulcro porque el muerto resucitó, sino porque alguien (su familia o seguidores) se lo llevó a otro sitio, donde fue inhumado de acuerdo con la tradición judía de la época: lo guardaron hasta que la carne se descompuso y después colocaron sus huesos en un osario. Es decir, si acaso realizó una ascensión no fue su cuerpo, pues este se quedó en la tierra.

Las tumbas de la época eran estrictamente familiares. El doctor Carney Matheson, del laboratorio Paleo-DNA de Lakehead University de Ontario, Canadá, logró extraer el ADN mitocondrial, que revela la línea materna, y encontró que el Jesús y la María Magdalena de la tumba de Talpiot no estaban relacionados de esa forma. Esto significa que no eran hermanos, no eran madre e hijo; tampoco eran padre e hija. Y sugiere entonces que estos individuos podrían haber sido marido y mujer. Ciertas tradiciones indican que María Magdalena era una prostituta o adúltera pero los evangelios no canónicos dicen que era hermana de Felipe y de Martha, que estaba poseída por siete demonios (esto lo confirmó el Vaticano en 1969). Era una mujer con recursos económicos, con los que se patrocinó la obra de Jesús, quien sanaba personas y bautizaba conversos (actos que eran realizados solamente por hombres y que, a pesar de su condición de mujer, la hacían de maestra). El Evangelio de Felipe dice: Había tres que siempre caminaban con el Señor: María su madre, su hermana, y Magdalena. Su hermana, su madre y su compañera eran todas Marías. Su compañera sería según parece, su mujer.

Pero la tumba de Talpiot todavía guardaba una última sorpresa: en el último de los osarios, a la derecha del borde decorativo de una de las caras principales y bajo el borde de la tapa, los estudiosos encontraron la siguiente inscripción en arameo: “Yehudah Bar Yehshúah”, o lo que es lo mismo, Judas, Hijo de Jesús. La sorprendente y provocativa idea de que Jesús y María Magdalena estuvieran casados y hubieran tenido descendencia no es nueva, aunque tampoco exenta de controversia. No hay ni una sola referencia a este hecho en los evangelios o en los escritos de los primeros cristianos. Sin embargo, en Juan 13:23, después de la Última Cena, un discípulo sin nombre reclina su cabeza sobre el pecho de Jesús. ¿Podría tratarse de un niño en el regazo de Jesús?. Por otra parte, en Juan 19:25-27, Jesús dice en la cruz: “Mujer, ahí tienes a tu hijo”. Y, a continuación, dirigiéndose a un discípulo no identificado, añade: “He ahí tu madre”. La interpretación tradicional de este pasaje consiste en identificar a la que Jesús llama “Mujer” con su propia madre, pero una explicación alternativa sería la de que Jesús estuviese en realidad pidiéndole a María Magdalena, que también estaba presente, que cuidase y protegiese al hijo de ambos. Si Judas hubiese sido realmente hijo de Jesús y María Magdalena es probable que su existencia hubiese sido un secreto bien guardado. Judas, al igual que Jesús, habría sido percibido como un peligro al orden establecido en la Judea del s. I, y hubiese tenido que afrontar un más que probable arresto y una más que previsible ejecución.

Sí, al concluir que esta sería la tumba de Jesucristo y su familia, muchas creencias centrales del cristianismo quedarían sin sustento.....Esta teoría afirma que la tumba de Talpiot contenía los osarios de Jesús, su hijo Judá, su madre María, su mujer María Magdalena, su pariente por vía materna Mateo, y posiblemente su hermano. Si se demuestra esto, entonces algunas creencias fundamentales del cristianismo serían erróneas. Las creencias que quedarían sin sustento serían: * Jesús no resucitó al tercer día, * Su familia o sus seguidores lo sacaron del Santo Sepulcro y lo llevaron a otra tumba, donde su cadáver se descompuso. * Un año después tuvo un segundo entierro: sus huesos fueron recuperados y colocados en un osario en la tumba de Talpiot. * Si hubo una ascensión de Jesús hacia los cielos, ésta sólo pudo haber sido de carácter espiritual, no corporal, * Jesús tuvo mujer, * Jesús tuvo al menos un descendiente (y si hubo uno, podrían haber sido más: -Creced y multiplicaos- es un mandato de la Biblia que los judíos seguían). Tío de María y tío abuelo de Jesús, José de Arimatea fue un hombre rico, dueño del sepulcro -oficial- donde fue enterrado Jesús. El solicitó a Poncio Pilatos bajar de la cruz y sepultar el cuerpo de su sobrino. Se dice que fungió como tutor de Jesús a la muerte de San José.

La tumba de los diez Osarios, es la tumba donde según el análisis científico de sus descubridores (Amos Kloner, Charles Pellegrino y Simcha Jacobovici) y la IAA (Autoridad de Antigüedades de Israel) se encuentran los restos de Jesús de Nazaret, fue descubierta el 28 de marzo de 1980 en Talpiot, Jerusalén. Desde entonces se ha investigado rigurosamente cada uno de estos Osarios, la tumba y el terreno donde está ubicada. Se obtuvieron no hace mucho análisis de ADN de los Osarios descubriendo así parentescos familiares directos, por lo que se sabe científicamente que los restos humanos que estaban enterrados en estos Osarios pertenecían a la misma familia..... En la tumba de Talpiot se encontraron 9 Osarios (Se sabe que eran 10, uno desapareció. Fue robado y vendido en el mercado negro de antigüedades por algún saqueador de tumbas) en los que en 6 de ellos aparecen tallados o rayados con un punzón u otro objeto punzante los siguientes nombres escritos en un lateral del Osario. El agrupamiento de estos nombres en una misma tumba resulta único: * Yehshúah Bar Yoshef (Jesús, Hijo de José) * Mariamne e Marah (Mariane, la "Maestra") * Yehudah Bar Yehshúah (Judas, Hijo de Jesús) * Yosha (José) * Mariah (María) * Matthiyah (Mateo).

El Osario de Santiago (El desaparecido Osario nº10)... El único fraude de toda la investigación es el del Osario de Santiago. Fue localizado en un mercadillo de antigüedades de Israel. Su propietario era Oded Golan, actualmente detenido en prisión con cargos por "Fraude Arqueológico". Oded Golan vendía en un mercadillo de antigüedades un Osario de dos mil años de antigüedad con la inscripción en Hebreo: "Ya'akov Bar Yoshef Akhui di Yehshúah" (Santiago, Hijo de José, Hermano de Jesús). En realidad, el osario es auténtico, y se sabe que es el osario que falta de la tumba de los diez Osarios en Talpiot, mide 50,8 cm de largo, 30,5 cm de alto y 25,4 cm de ancho. Estas medidas coinciden con las medidas del Osario que faltaba en la tumba de los diez Osarios. Pero el fraude está en la inscripción Santiago, Hijo de José, Hermano de Jesús, de la cual sólo es auténtica la primera parte: "Santiago, Hijo de José", el resto, "...Hermano de Jesús", fue añadido por Oded Golan. Los análisis científicos sitúan la primera mitad de la inscripción en la primera mitad del Siglo I, pero la segunda mitad de la inscripción fue realizada en tiempos modernos. Esta reliquia fue saqueada de la tumba original y vendida de forma ilegal en el mercado negro de antigüedades. A posteriori, se le añadió esta segunda mitad de la inscripción, para, probablemente, aumentar el precio (Ya de por sí, incalculable) de semejante reliquia arqueológica. El Osario de Santiago ha sido exhibido en el museo Royal Ontario en Toronto, en el tercer piso, en un cuarto bien iluminado. Las paredes del cuarto se llenan de información sobre Santiago, los Osarios, costumbres de sepultura judía y el Osario de Santiago. Este osario sufrió un desperfecto en el tránsito entre Israel y Canadá pero ha sido restaurado por el staff del museo.

En esa época era normal que las tumbas fueran saqueadas por ladrones o descerradas por personas que despreciaban al fallecido. Dadas las animosidades que despertó Jesús, cualquiera que lo hubiera amado habría temido que su cadáver fuera atacado. Sería natural que hubiesen tratado de protegerlo llevándolo a una tumba segura. Esta operación no debería haber sido conocida por todos para garantizar el secreto y, por lo tanto, la desaparición del cuerpo podría haber llevado a muchos a creer que el maestro había resucitado. ¿La tumba de Talpiot corresponde a la época de Jesús? Se ha establecido que sí por el tipo de enterramiento, llamado de -segunda inhumación-. Una vez que la persona había fallecido, la envolvían en un sudario y colocaban el cadáver en un nicho, dentro de una tumba cavada el roca suave. Después la familia esperaba durante un año a que la carne del cadáver se hubiera descompuesto, regresaba a la tumba, juntaba los huesos y los colocaba en una caja -el osario - hecha a la medida del fémur, el hueso más largo. Esta práctica fue adoptada por los judíos de Jerusalén alrededor del año 30 antes de Cristo, probablemente a partir de su creencia en la Resurrección, y fue abandonada en el año 70 después de Cristo.

A un lado de la inscripción - Yeshua bar Yosef -, Jesús hijo de José, aparece con claridad una -X-. Desde tiempos de Ezequiel, 500 años antes de Cristo, la -X- y su forma rotada, la cruz, era una marca que significaba justicia o el justo. En el capítulo 9, versículos 3 y 4 de El Libro de Ezequiel, se afirma: "Y el Señor le dijo ( a Ezequiel ) ve en medio de la ciudad, por el centro de Jerusalén, y coloca una -tao- en las frentes de los hombres que se lamentan y lloran por las abominaciones que se hacen en el corazón de la ciudad. La -X- es la última letra de los alfabetos arameo (llamada tao) y hebreo (taf), y significa el fin del camino, y tal vez el principio. El capítulo 22, versículo 13 de El libro de las revelaciones, Jesús dice: Soy el Alfa y el Omega. Sólo que Jesús no hablaba en griego sino en hebreo y en arameo, por lo que pudo haber dicho lo anterior en cualquiera de los dos idiomas. Ya que la -X- era usada tradicionalmente como emblema de justicia. los seguidores de Cristo pudieron haberla adoptado para indicar el Camino Justo, por lo menos desde 100 años antes de que el emperador Constantino declarase al cristianismo la religión oficial del imperio romano.

jueves, 29 de abril de 2010

EL MANUSCRITO VOYNICH


Por este nombre se conoce el único manuscrito medieval no descifrado que existe. Escrito en un código incomprensible, sus páginas están cubiertas por dibujos de plantas inexistentes, constelaciones desconocidas y tratados de anatomía. El Manuscrito Voynich es un misterioso libro ilustrado, de contenidos desconocidos, escrito hace unos 500 años por un autor anónimo en un alfabeto no identificado y un idioma incomprensible, el denominado voynichés.

A lo largo de su existencia constatada, el manuscrito ha sido objeto de intensos estudios por numerosos criptógrafos profesionales y aficionados, incluyendo destacados especialistas estadounidenses y británicos en descifrados de la Segunda Guerra Mundial. Ninguno consiguió descifrar una sola palabra. Esta sucesión de fracasos ha convertido al manuscrito en el Santo Grial de la criptografía histórica, pero a la vez ha alimentado la teoría de que el libro no es más que un elaborado engaño, una secuencia de símbolos al azar sin sentido alguno.

Sin embargo, el que cumpla la ley de Zipf, que viene a decir que en todas las lenguas conocidas la longitud de las palabras es inversamente proporcional a su frecuencia de aparición (cuantas más veces aparece una palabra en un idioma, más corta es), hace pensar que se trata no sólo de un texto redactado en un lenguaje concreto, sino también que este lenguaje está basado en alguna lengua natural, ya que lenguajes artificiales como los élficos de Tolkien o el Klingon de Star Trek no cumplen esta regla. Esto es debido a que la explicación a esta ley se basa en la economía lingüística: las palabras que más utilizamos son más cortas y así requieren menos energía, por ello es el uso de una lengua el que acaba por imponer esta ley. Es prácticamente imposible que el autor del Manuscrito Voynich conociera la ley de Zipf, enunciada muchos siglos después, y por tanto que la aplicase a una lengua inventada por él.

El nombre del manuscrito se debe al especialista en libros antiguos Wilfrid M. Voynich, quien lo adquirió en 1912. Actualmente está catalogado como el ítem MS 408 en la Biblioteca Beinecke de libros raros y manuscritos de la Universidad de Yale (EEUU). El manuscrito actualmente consta de 102 folios usados por las dos caras.

domingo, 18 de abril de 2010

EL TITANIC ESPAÑOL


Una historia tan apasionante como olvidada. La mala fortuna del navío Príncipe de Asturias de la compañía española Pinillos ha pasado desapercibida en nuestra memoria pero supuso una gran tragedia para sociedad de principio del siglo XX.

Se trataba de un gran barco de vapor con grandes semejanzas con el famoso Titanic hundido cuatro años antes, en 1912. El vapor zarpó de Barcelona y realizó paradas en Valencia, Almería y Málaga desde donde partió para Buenos Aires donde nunca llegó.

Unos corales en las costas de Brasil hicieron que el barco se hundiera en menos de cinco minutos llevándose más de 600 vidas y con algunos supervivientes que fueron recibidos a la vuelta como auténticos héroes.

El Príncipe de Asturias era un gran barco dividido en zona de primera clase, de segunda y de segunda económica. Los camarotes de lujo contaban con todo tipo de comodidades: sala, dormitorio, cuarto de baño o tocador en un amplio espacio.

Los salones de primera eran amplios y elegantes. Estaban engalanados con moquetas persas y servían como sitio para la reunión social de los pasajeros más adinerados del barco. El Príncipe de Asturias tenía una gran escalinata para acceder a la biblioteca, la sala de fumar o el salón de música que poco tenían que envidiar al de su hermano mayor el Titanic.

Los comedores de primera y segunda contrastaban en su amplitud. El primero, decorado con paneles de roble japonés y marcos de nogal, se extendía a lo ancho del barco y tenía gran luminosidad. El de segunda, los comensales comían más apretados en sillas y mesas comunes alargadas para aprovechar al máximo los huecos.

La segunda clase era otro mundo. Quienes no podían pagar un camarote de primera, no tenían lujos. Sus habitaciones eran compartidas entre cuatro personas con literas y algún lavabo común.

Los pasajeros de segunda no podían disfrutar de los largos paseos por la cubierta superior o por la acristalada que protegía del viento y del agua a los pasajeros. Tampoco podían disfrutar la biblioteca del barco que tenía una gran colección de libros y perdidos tras el hundimiento.

Actualmente los restos del barco se encuentran a unos 45 metros en el fondo del mar, en una zona llena de tiburones y con la estructura destruida por los cazatesoros que perseguían una leyenda sobre que el vapor llevaba a América una importante cantidad de oro.

Related Posts with Thumbnails

MI MERCADILLO

3e - Fullsize Banner

Gif Imagen 468x60

GIF ofertas exclusivas 468x60